Mi querida amiga Silvia se puso en contacto hace una semana para hacer un pedido muy especial.
Mañana se reunen para celebrar el 80 cumpleaños de su padre, hijos, nietos y demás familia.
Después de una agotadora deliberación entre los seis hijos y más familia quisieron hacer una tarta que le recordase al cumpleañero una etapa muy especial. Sus viajes a la playa de Pontedeume.
Su hija Eva tuvo la original idea poner la edad de 80 en una señal de velocidad. Además también se puede comer, es una piruleta de galleta.
La mesa tiene todo lo necesario para un día en la playa: tortilla, vino (un poco radiactivo), ensalada, un poco de pan... ¿La mesa se puede comer? Claro! Es de galleta ;)
No se si se aprecia el detalle pero el cesped ha quedado muy bonito.
¡Felicidades Pacucho!
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